
El cuerpo tiene conocimiento. Tu cuerpo sabe. Y no me refiero a que seas más o menos listo, a tu coeficiente intelectual o a tu pensamiento, esa cualidad que tenemos los humanos que cuanto más la usamos más nos engañamos.
Me refiero a la sabiduría innata que le permitió a tu cuerpo evolucionar desde el óvulo fecundado, pasando por el embrión y el feto, hasta ver la luz como un sistema complejo y completo que llamamos humano. Esa criatura que jugando aprendió a caminar y hablar por la sabiduría de su cuerpo, hasta que al rededor de los 7 años empezó a tener “uso de razón”.
En ese periodo crítico, muchos de nosotros dejamos de jugar y aprender con la pureza y la inocencia de absorber el mundo “sin filtro” para empezar a juzgar y discernir lo que está bien o lo que está mal según el entorno familiar y cultural que nos acoge y condiciona. Empezamos a perder nuestra inocencia y pureza, a sentirnos culpables cuando siendo como somos, no “encajamos” en el entorno que nos nutre y aprendemos a renunciar a nuestra singularidad a cambio de ser aceptados.
La educación, el sistema, los amigos y la sociedad continúan añadiendo capas y capas de condicionamiento, que pueden acabar sepultando en vida al SER único y diferenciado que habita dentro de tu cuerpo. Puede que te preguntes ¿dónde quedó? Al contemplar la foto de tu madre contigo de bebé en brazos y observar el brillo de tus ojos y la fuerza de tu espíritu. ¿Dónde quedó mi esencia?
La buena noticia es que sigue estando ahí dentro. La no tan buena es que posiblemente haya que trabajar duro para desenterrarla. Es un trabajo personal. Un trabajo de autodescubrimiento. De olvidar patrones aprendidos que te desvíen de tu esencia para recordar tus patrones naturales que te permitían vibrar y brillar con luz propia. No se trata de olvidar todo lo aprendido sino aquello que te lleva a olvidarte de tu SER.
Conectar con tu SER y respetar lo que dice, es lo que llamamos aplicar tu Estrategia de Toma de Decisiones en HumanAPI. Conectar con tu sabiduría interior. Sea cual sea el problema o el reto que estés enfrentando en este momento de tu vida, tu cuerpo sabe cómo resolverlo.
Puede que al principio de este trabajo de restauración necesites un poco de ayuda para descubrir y reconocer tu Estrategia personal, pero una vez que la reconozcas, ya no querrás tomar una decisión importante en tu vida que no respete tu Estrategia, que no respete la esencia de tu SER.
¿Cómo reconocer mi estrategia personal?
El primer paso es reconocer que cuando te dicen ¡PIÉNSALO antes de decidir!, te están llevando a la mente, que es donde se acumula todo el condicionamiento cultural absorbido y tus creencias limitantes. Desde la mente decidirás lo que es razonable, lo que es políticamente correcto, lo que esperan de ti. Ese tipo de decisiones son las que te han traído hasta este momento, tu realidad actual. La que quieres cambiar para llenarla de vida y propósito.
En este momento tienes oportunidad de hacer una pausa, respirar y escuchar a tu cuerpo. Tu cuerpo sabe la respuesta correcta para la decisión que necesites tomar.
Para unos serán sus emociones y tomarán su decisión cuando sientan con claridad lo que quieren hacer. Para otros será su instinto, o su olfato, sus tripas, su estómago o su corazón. Es fácil acceder a la sabiduría de tu cuerpo cuando conoces tu Diseño. Hazle caso. Tu Estrategia es la brújula interior que necesitas para navegar el mundo exterior de tus circunstancias.